Hay un duende pequeño
paseando por la casa,
salta en la mesa,
escapa por la ventana,
corre por los muebles,
se mece en mi almohada.
Me mira desde la ventana
con su sonrisa traviesa,
la que alegra mi alma.
Tiene en su andar la cadencia
de aquella musiquilla
que escuchaba de niña,
recostada en mi hamaca.
Peuqeño duende...vuelve mañana
a recordarme, como siempre,
mi infancia añorada!!
paseando por la casa,
salta en la mesa,
escapa por la ventana,
corre por los muebles,
se mece en mi almohada.
Me mira desde la ventana
con su sonrisa traviesa,
la que alegra mi alma.
Tiene en su andar la cadencia
de aquella musiquilla
que escuchaba de niña,
recostada en mi hamaca.
Peuqeño duende...vuelve mañana
a recordarme, como siempre,
mi infancia añorada!!