La soledad no sabe
de horarios ni tiempo,
es un fantasma errante
que se cuela en los huesos.
Cómplice obligado de noches sin sueño.
Se acerca de a poco...
tendida su mano de afecto
sutil y eterno.
Te enamora, te atrapa, te cubre de besos.
Estéril es el intento de sucumbir a su encuentro.
La soledad no deseada arde en los corzones frescos...
ResponderEliminarBesos
Despertar en la soledad y ser, no queda otra muchas veces.
ResponderEliminarAprender de ella también la alegría.
Soledad no siempre es tristeza.
Abrazos.
Alicia
Yolanda:
ResponderEliminarvengo de la mano amorosa de BEGOÑA.
es un placer leerte.
la soledad, sentimiento ambiguo.
a veces se necesita. y otras veces nos invade.
el poema es parte de la realidad y muy bello.
besos
La soledad es la necesidad de que el alma se refresque en el silencio.
ResponderEliminarBellisimo poema.
Gracias por tu visita a mo oscuro desván,
Saludos
SOLEDAD...la que llega sin ser llamada,la que
ResponderEliminara veces acaricia y otras lastima.
Muy bonito,gusto leerte.UN ABRAZO.
Dios amiga, Y FUI YO LA QUE TE ENCONTROOOOOO, jajaja, POETA, SIGUE.
ResponderEliminarBego invitó y aquí estoy, para decirte que esa soledad que sientes es la que nos permite leer tu alma, tus sentimientos hechos versos, y es muy agradable sentir que la poesía aún nos abre a la vida, desde lo más profundo.
ResponderEliminarMaravillosa Alma, tu imagen descriptiva de la soledad me ha seducido, es una buena amiga que, nos guste o no, siempre la tenemos al lado. Cojamos la mano que nos tiende afectuosa y viajemos a nuestro interior guiados por ella.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias a Begoña que nos ha mostrado el camino de tu blog.
Rafa